Rosa...

Una rosa es una unión de sentidos y emociones, las hojas denotan aquello natural del artista, y las espinas son muestra del coraje y arrojo que muestran día a día, claro sin dejar atrás la rosa como tal que muestra la belleza dentro de sí.

-José Luis Justo Alcántara-

sábado, 10 de mayo de 2014

A las madres.


Protectoras, cariñosas o regañonas, algunas extrovertidas y otras serias, todos tenemos una, ya sea en casa limpiando o en el trabajo, algunas otras en el cielo, para algunos es un regalo, para otros un gran bendición y unos cuantos más es su todo. Sin importar la cultura, sin importar la religión, sin importar de donde vengas ella es reconocida como lo más preciado que podemos tener. En fin una madre, mama, jefa o como la quieras llamar todos la reconocemos como la única que nos dice como peinarnos, como vestirnos, que comer, que elegir, tal vez suene mal, pero si, sino fuera por ella en lo personal ahora estaría desperdiciando mi vida. No soy muy bueno con los poemas así que no hare uno, más bien escribiré un pequeño cuento.

“Bueno si no puedes tener aquello que amas, aprendes a amar aquello que tienes”

Érase una vez en algún lugar del cual no me acuerdo, un niño pequeño de nombre Luis, el todas las tardes se sentaba a en el parque a esperar y como todas esas tardes una señora pasaba a recogerlo y llevarlo al orfanato donde vivía.

-Mi mama me dijo que la esperara aquí, solo fue a comprar un helado para mí, aún no vuelve.

Alegaba el niño a la señora que lo recogía esas tardes, ella no le respondía, y guardaban ambos silencio. 

Durante las noches dormía temprano son la esperanza que temprano viniese su madre a recogerlo.

Esa mañana al levantarse temprano se dispuso a esperar en la puerta a su madre, él la vio al otro lado de la calle y corrió hacia ella, esa tarde jugaron, rieron, pasearon por el parque, ella le leyó un cuento, el niño la abrazo, fue un gran día para el pequeño Luis. Esa misma tarde una ambulancia arribo  a aquel orfanato, recogía a un niño que había sido atropellado al tratar de cruzar la calle. 
Desde ese día pequeño Luis y su madre pasan todas las tardes en el parque.

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